
Los afectados por los ERTE que continúan sin recibir su prestación se verán doblemente afectados. Además del retraso y de la obligación de presentar el IPRF para los mileuristas, se encontrarán con una nueva complicación: tendrán que hacer dos veces la declaración de la renta en caso de no haber cobrado en la primera mitad de este año.
En total, se estima que 300.000 personas continuaban a principios de año sin haber recibido la prestación por parte del Estado, según el balance de finales de diciembre del Colegio Oficial de Gestores Administrativos. Los problemas de la Administración para pagar a los afectados no sólo conlleva el perjuicio propio de este retraso, con las dificultades económicas derivadas, sino que se traducirá en la obligación de presentar una declaración complementaria del IRPF una vez que reciban el pago atrasado correspondiente a 2020, si es que éste no se ha producido en el primer semestre del año.
[El año termina con 300.000 personas pendientes de cobrar el ERTE]
Es decir, todos aquellos que en julio -cuando cierra la campaña de la renta- no hayan percibido las cantidades atrasadas correspondientes al pasado ejercicio, tendrán que volver a hacer los trámites administrativos para presentar una nueva declaración para dar cuenta de estos pagos.
"Hay 300.000 personas que son candidatos a tener que presentar una doble declaración", destaca Fernando Santiago, presidente del Colegio Oficial de Gestores Administrativos, que apunta a que "quien reciba su prestación atrasada después del 30 de junio de 2020 -cuando acaba la campaña de la Renta- tendrá que presentar una declaración complementaria para regularizar los pagos". Un escenario que añade más dificultades a los afectados por los retrasos en ERTEs, que en muchos de estos casos tendrán que recurrir a la contratación de gestorÃas para realizar este nuevo trámite.
Una incidencia que se suma a la principal sorpresa que se encontrarán los afectados por los Expedientes de Regulación de Empleo, que tendrán que presentar el IRPF pese a no alcanzar el umbral mÃnimo de 22.000 euros anuales establecidos legalmente y se baja a los 14.000. Al considerarse el SEPE como un segundo pagador, los mileuristas también tendrán que afrontar pagos a Hacienda cuando presenten su declaración de la renta.
"Una avalancha de rentas a pagar"
El problema más común en la gestión de los ERTE ha sido la percepción de cantidades incorrectas. En total, se estima que 500.000 personas tienen errores pendientes de subsanación en la cuantÃa de las ayudas. Una situación que se regularizará automáticamente en la declaración de la renta.
Es decir, quien haya recibido menor cantidad por parte del Estado por no haberse tenido en cuenta su situación familiar o dependientes a cargo, esta cantidad será regularizada con la presentación del IRPF, que también hará devolver a los afectados que hayan recibido de más. Una solución que llegará para muchos más de un año después de que se vieran afectados por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo.
"En el 90% de los casos, los problemas se van a regularizar por sà solos", advierte Fernando Santiago, presidente del Colegio Oficial de Gestores Administrativos, que considera que "la negligencia se regulará con la declaración de la renta". Adelanta, eso sÃ, que habrá "una avalancha de rentas a pagar positivas, tanto por la existencia de dos pagadores como por las menores retenciones de IRPF aplicadas por los pagadores".
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