Brasil corre el riesgo de perder su voto en las Naciones Unidas si no logra pagar una parte de una millonaria deuda que tiene con el organismo internacional.

Según publicó la agencia estadounidense Bloomberg esta mañana, el gobierno de Jair Bolsonaro tiene que efectuar una suma mínima de 113 millones de dólares de una deuda total de 391 millones dólares. Si la transacción no se realiza antes de fin de mes, el país podría perder su voto en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Naciones Unidas atraviesa una delicada situación financiera producto de pagos atrasados de varios países que incluye, además de Brasil a Estados Unidos.

Esto fue ratificado a través de una carta enviada a la misión brasileña de la ONU por el subsecretario general del organismo, Chandramouli Ramanathan.

Por su parte, el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, dijo en un comunicado que el Congreso votará un proyecto de ley que aprueba nuevos pagos a las ONU y otras organizaciones internacionales pero no dejó en claro la fecha del debate parlamentario.

Naciones Unidas atraviesa una delicada situación financiera producto de pagos atrasados de varios países que incluye, además de Brasil a Estados Unidos.

De acuerdo con las reglas de la ONU, un país con un total de atrasos igual o mayor al total de sus contribuciones adeudadas durante los últimos dos años completos puede perder su voto en la Asamblea General

De acuerdo con las reglas de la ONU, un país con un total de atrasos igual o mayor al total de sus contribuciones adeudadas durante los últimos dos años completos puede perder su voto en la Asamblea General a menos que pueda reclamar una excepción, como lo han hecho algunos países más pequeños.

"En nombre del Secretario General, quisiera hacer un llamamiento, a través de usted, a su Gobierno para que envíe sin demora los montos anteriores", escribió Ramanathan al embajador de Brasil en la ONU, Ronaldo Costa Filho. "En particular, quisiera señalar que 135 Estados Miembros han pagado hasta ahora sus contribuciones al presupuesto ordinario de las Naciones Unidas en su totalidad para 2020 y todos los años anteriores".

Brasil evitó un escenario similar el año pasado pagando a último momento. Este comportamiento responde a una decisión política económica de ajuste de gastos y un escepticismo ideológico respecto al rol del multilateralismo a nivel global.