
"Los primeros sorprendidos hemos sido nosotros". Asà resumen fuentes bien situadas en la jefatura mayor del Estado Mayor de la Guardia Civil los ánimos existentes desde la mañana del martes, cuando Fernando Grande-Marlaska, tras la dimisión de Laurentino Ceña como DAO, anunció el nombramiento de Pablo Salas como nuevo número dos del Instituto Armado. Un cargo que, desde hacÃa tiempo, "estaba reservado" para José Manuel Santiago, jefe del Estado Mayor, "y siguiente en el organigrama". El incendio provocado en el Cuerpo por el cese de Diego Pérez de los Cobos, y el sonado "lapsus" del general Santiago en Moncloa hace apenas un mes, provocaron que el ministro del Interior se decantara, finalmente, por el responsable del Servicio de Información de la Benemérita.
Según los mandos del Cuerpo contactados por LPO, el gabinete del ministro, una vez conocida la dimisión de Ceña, hizo una "ronda de consultas" con los generales más veteranos. Se querÃa "testar los ánimos" y ver si alguien estaba dispuesto a aceptar un cargo que, a dÃa de hoy, "es toda una patata caliente". En esos contactos, Marlaska supo, por ejemplo, que el teniente general Fernando Santafé, Mando de Operaciones, es uno de los generales más crÃticos con el cese de Pérez de los Cobos. Las conversaciones también sirvieron para confirmar que Pablo Salas, persona de confianza del ministro desde su etapa en la Audiencia Nacional, estaba dispuesto a asumir la dirección adjunta operativa.
El "sÃ" del responsable de Información del Instituto Armado fue suficiente para poner en marcha un 'relevo exprés'', decidido en menos de dos horas, desde que se conoció la dimisión de Ceña. Un movimiento que, sin embargo, provocó alguna decepción en la jefatura del Estado Mayor, donde muchos esperaban el ascenso de José Manuel Santiago. Colaboradores muy próximos al general aseguran, en este sentido, que el puesto de DAO "estaba reservado para él desde el pasado verano".
El general Santiago, recuerdan estas mismas fuentes, es el general más joven en la cúpula de la Guardia Civil y su trayectoria estaba siendo meteórica. En enero del año pasado, ya con Marlaska en Interior, fue ascendido de coronel a general de brigada, en un movimiento que muchos interpretaron como "preparatorio" para converirse en el futuro DAO. El actual jefe del Estado Mayor, de hecho, estaba en "la mejor posición posible" para convertirse en número dos de la Guardia Civil, y ya conocÃa, de personas muy próximas al ministro, que su nombre estaba "en el puesto número uno" para suceder a Ceña. No obstante, añaden, todo empezó a torcerse hace un mes, después de su "lapsus" en Moncloa.
[La cúpula de la Guardia Civil acusa a Sánchez de "arruinar la carrera" del general Santiago]
En una rueda de prensa posterior a una reunión del comité técnico del Gobierno en la lucha contra el coronavirus, Santiago afirmó que el Instituto Armado trabaja en "minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno". Una declaraciones que provocaron una oleada de crÃticas contra el Ejecutivo, pero también contra el jefe del Estado Mayor. Sus compañeros, entonces, acusaron al gabinete de Pedro Sánchez de haber arruinado la carrera del general, cuya aspiración era convertirse en DAO. No obstante, "los mensajes posteriores hacÃan indicar que que la voluntad del Ministerio no habÃa cambiado en ese sentido".
Pese a ello, y tras la abrupta salida de Ceña, el elegido ha sido Pablo Salas. Las fuentes consultadas afirman que el nombramiento del responsable de Información obedece a la "necesidad de una etapa de transición", en la que el nuevo DAO "va a quemarse" por "el ruido de sables" existente ahora mismo en el Cuerpo. Algunos, de hecho, pronostican un mandato breve. Entre otras cosas, porque el nuevo número dos del Instituto Armado cumplirá 62 años en noviembre. Mientras, añaden, "la polémica de Santiago sigue enfriándose", a la espera de un acenso que hace apenas unos meses parecÃa un hecho y que, tras todo lo ocurrido en el último mes, ha quedado suspendido sine die.
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