
Quim Torra ha pasado en apenas un mes de rechazar la mesa de negociación entre gobiernos pactada por ERC en Madrid con el PSOE a ponerse al frente de la organización de ese foro de diálogo. Un viraje que está empezando a molestar a los cargos republicanos en la Generalitat, al considerar que el president ha buscado desgastarles antes de la investidura de Sánchez y ahora quiere sacar tajada apartándoles de una interlocución con Moncloa que ellos han logrado.
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Según explican a LPO cargos de Esquerra con puestos relevantes en el Govern, tanto el vicepresidente Pere Aragonés como el resto de consejeros republicanos han transmitido, en privado, su malestar por los movimientos realizados por Torra a lo largo de esta semana. Sobre todo, después de la llamada telefónica de Pedro Sánchez. El president, afirman, "solo habla de la mesa de negociación con unos pocos miembros del Govern, sus más cercanos, y ahora trata de dejarnos de lado".
De hecho, tal y como adelantó este diario el jueves. a Torra no le importarÃa formar parte de ese foro de diálogo. Una posibilidad que horroriza a ERC. Sobre todo, porque los republicanos ya saben, porque asà se les hizo saber desde el PSOE, que Pedro Sánchez jamás se sentará en esa mesa de diálogo. Por tanto, sostienen en Esquerra, Torra deberÃa delegar. Y, si Sánchez elige a Calvo para las conversaciones, la Generalitat deberÃa presentar al vicepresidente Aragonés.
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Más allá de quién acudirá a la mesa de negociación y quién no, en ERC se quejan de que ese foro de diálogo, ahora, parece una cesión del Gobierno central lograda por Torra, en vez de por ellos: "Quien rompe el hielo, siempre, es Esquerra. Nosotros nos llevamos los palos y quedamos señalados por intentar desbloquear la situación. Y, si la cosa sale adelante, la medalla se la cuelga él".
En ese sentido, desde ERC comparan la actual situación con la mesa de gobiernos con la vivida a finales de diciembre, con la inmunidad de Oriol Junqueras. Los republicanos recuerdan que los abogados de JxCat criticaban a los del ex vicepresidente por no exigir el tercer grado. Se llegó a decir, incluso, que en Esquerra habÃan renunciado a confrontar con el Supremo: "Nos acusaban de traidores por no seguir sus exigencias, absolutamente imposibles de cumplir. Nosotros apostamos por el segundo grado y pedir la inmunidad a Luxemburgo. Y logramos ambas cosas".
Tras ese triunfo en el Tribunal de Justicia de la UE, destacan desde ERC, "Puigdemont y Comin fueron los primeros en aprovecharse de la inmunidad de Junqueras. Y Torra aprovechó la acreditación como diputados de ambos para venderlo como un éxito personal y de su Govern, olvidándose de los abogados que tanto habÃa criticado". Ahora, con la mesa de negociación, "está pasando absolutamente lo mismo".
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