
La investigación de las operaciones entre la petrolera estatal mexicana Pemex con el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo podrÃa complicar el futuro del barón popular. La FiscalÃa General de México tiene muy avanzada la investigación sobre esta operación de la empresa mexicana con los astilleros de Galicia, que podrÃa tener importantes consecuencias para los antiguos gestores de Pemex por otorgar contratos a una empresa al borde de la quiebra. La onda expansiva también golpeará a Feijóo, que fue el promotor de unos acuerdos de los que sacó un enorme rédito polÃtico.
En 2012, en medio de la mayor crisis económica del paÃs y a un mes de las elecciones gallegas, Feijóo sorprendió con un golpe de efecto: presentó ante las cámaras presentando bombo y platillo un acuerdo alcanzado con el entonces director general de Pemex, Juan José Suárez Copell; algo que definió como un pacto "de paÃs".
Los resultados de la investigación de la FiscalÃa General mexicana sobre esta operación pueden sentenciar la prometedora carrera polÃtica de Feijóo, uno de los hombres fuertes del Partido Popular, con voz propia y a quien muchos ven como futuro lÃder del partido.
Las pesquisas entran ahora en la fase final, según ha podido saber LPO México por fuentes conocedoras de la investigación, y están enmarcadas en una investigación más amplia sobre las operaciones de Pemex Internacional (PMI). El origen está en la auditorÃa interna encargada por el actual presidente de Pemex Octavio Romero Oropeza.
La sospecha es que la operación se llevó a cabo en términos muy onerosos para Pemex, que se hizo con un porcentaje mayoritario de los astilleros Hijos de J. Barreras para poder otorgarle carga de trabajo sin necesidad de concurso previo; algo que señala al entonces director de la petrolera, Emilio Lozoya, y a otros directivos como Carlos Roa y José Manuel Carrera Panizzo, implicados también en los casos de corrupción mexicanos Fertinal y Agronitrogenados.
[Pemex logra refinanciar deuda por más de USD 20.000 millones]
Las sospechas se dispararon cuando al final de la administración de Peña Nieto se intentó deshacer la operación y vender la participación en Barreras a precio de saldo. Romero Oropeza detuvo la venta y arrancó la investigación. Este verano López Obrador llegó a decir que los contratos con Galicia debÃan revisarse porque "no habÃa un trato justo para Pemex".
Las primeras investigaciones de auditorÃa interna encargadas por Romero Oropeza indicaban que el negocio habÃa sido desastroso para Pemex. A pesar de que se hizo con el 51% de las acciones y que la compra salvó a la naviera de la quiebra, nunca llegó a presidir el consejo de administración y los términos del contrato señalaba que los accionistas minoritarios tenÃan la capacidad de terminar con la sociedad, según publicó ContralÃnea. El fruto de la asociación tampoco fue positivo para Pemex: Dos floteles para alojar a los trabajadores de plataformas petroleras que costaron 360 millones de euros, que trabajan muy por debajo de su capacidad y que ya están a la venta.
Aunque los contratos se firmaron en 2012, la conexión Pemex - Galicia se fraguó unos años antes, cuando su principal ideólogo, Juan Camilo Mouriño, ocupaba la jefatura de la Oficina de Presidencia mexicana y pactó con los principales empresarios navieros de Galicia un acuerdo que pretendÃa ser la salvación de un sector que vivÃa horas bajas. El pacto se esbozó en una reunión en julio del año 2007 y ascendÃa a 14 embarcaciones y una base de la petrolera en La Coruña.
Núñez Feijóo viajó varias veces a México y apadrinó un acuerdo que le ayudó a ganar las elecciones autonómicas de 2012. España estaba entonces en plena crisis económica y el polÃtico anunciaba una lluvia de contratos que salvarÃa un sector estratégico en Galicia; algo que nunca se llegó a concretar. Solamente se construyeron dos buques y actualmente el astillero Barreras se asoma a la quiebra tras declararse en preconcurso de acreedores el mes pasado.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.